Por su evidencia en prevención de la
morbimortalidad cardiovascular, experiencia de uso y menor coste, la
simvastatina se considera de primera elección en el tratamiento de la
hipercolesterolemia. Como fármacos alternativos hay que considerar la
pravastatina,
para pacientes tratados con otros
medicamentos que puedan ocasionar interacciones de relevancia clínica, y la atorvastatina,
para los que no logren los objetivos de reducción de colesterol LDL con la
dosis máxima de simvastatina
Moraleja, generalmente:
1.
Dieta cambios de estilo de vida y revalorar en
unos meses. A no ser que las cifras sean alarmantes, por lo que se deberá
valorar iniciar directamente tratamiento y revalorar reducción o retirada tras
postriores analíticas y cambios de estilo de vida. Acordarse de valorar
fenofibrato si triglicéridos mayores a 500.
2.
Simvastatina.
3.
Si intolerancia o logros insuficientes con altas
dosis, cambiar la simvastatina por atorvastatina.
4.
Si aun asi no logamos objetivos valorar
asociación con ezetimiba
5.
Si aun asi no logamos objetivos valorar cambiar
la estatina por rosuvastatina.
*La pitavastatina es
recomendable en pacientes asiáticos, por su perfil y metabolismo hepático.
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